Editorial – Observatorio Cultural

Seguramente uno de los datos más reveladores de este Censo 2017 respecto a la medición anterior, será el aumento en el porcentaje de migrantes residentes en Chile. Pero ¿qué significa para nuestra sociedad esta transformación del paisaje cultural? ¿Cómo acogemos y convivimos con otras tradiciones y modos de vida? Evidentemente no basta con conocer el número de extranjeros que llegan a vivir a Chile, es preciso reconocernos y entendernos como una sociedad diversa que enfrenta importantes desafíos respecto a la integración de personas y comunidades que vienen a nuestro país, en busca de nuevas expectativas de vida.

En nuestros días existe coincidencia en que la cultura ha ido ganando terreno en las estrategias que propenden hacia una cohesión social, desde un enfoque donde el acceso y la participación cultural son concebidas como un derecho humano inalienable.

Entonces, frente al actual desafío de construir políticas públicas en cultura para los próximos cinco años, el escenario actual es significativo al momento de considerar, que las acciones que se emprenden desde la institucionalidad pongan en el centro a la ciudadanía, así como que el Estado garantice el pleno ejercicio de derechos culturales, dada la importancia que estos tienen para las personas, las comunidades y la sociedad en que vivimos.

La relevancia de integrar estas distinciones radica en el reconocimiento de la alteridad y la pluralidad como parte de una noción de cultura más amplia, que busca aprehender la heterogeneidad en todas sus expresiones, simbólicas y materiales. A esto han apuntado, a su vez, las reflexiones sostenidas en las distintas instancias participativas que se han desarrollado para formular políticas culturales, así como también en el Seminario Internacional de Experiencias Comparadas en Acción Pública en Cultura, organizado por el CNCA el 8 y 9 de marzo en la Biblioteca Nacional, al situar la discusión en torno temas como la inter y pluriculturalidad y los territorios; migrantes; pueblos originarios; patrimonio y memoria; y el rol que juega el quehacer institucional en estas relaciones.

En el presente número de la revista Observatorio Cultural, presentamos la ponencia realizada por Agustín Squella en el Seminario antes referido, la cual reflexiona a partir de los conceptos de cultura, diversidad y pluralismo, así como los deberes del Estado con la cultura. Del mismo modo, en este número de la revista se revisan experiencias significativas respecto a las instituciones culturales del país como los dos años de gratuidad en los museos y la apertura del Centro Nacional de Arte Contemporáneo Cerrillos; y la importancia de los territorios en la creación artística. Temáticas que apuntan a profundizar el debate sobre las relaciones entre el arte, el Estado y la sociedad plural.