Arte y oportunidad laboral: una mirada desde la educación artística – María de los Ángeles Tapia

El estudio Aporte de la educación artística a las competencias laborales transversales, realizado por el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA) en 2013, tuvo como supuesto que el acceso y la participación de estudiantes secundarios en programas de educación artística  contribuye a aumentar cierto tipo de habilidades socioafectivas, lo que a su vez los dota de competencias transversales clave para desempeñarse con éxito en el mundo del trabajo. El siguiente artículo destaca los principales hallazgos de esta investigación —que fue realizada en establecimientos donde se ha implementado el Programa Acciona del CNCA— y entrega recomendaciones concretas para el fomento de la educación artística en las escuelas de Chile.

Según el sitio web chilevalora.cl, “la empleabilidad se refiere a las competencias que tiene una persona para el ingreso, desarrollo y mantención de un puesto de trabajo en el mercado laboral”, las que se desarrollan durante toda la vida y no solo durante la experiencia laboral.

En el contexto actual de economías abiertas, cambios tecnológicos y reorganización del trabajo, con un mercado ocupacional crecientemente fluido y cambiante, la empleabilidad se ha convertido en objetivo principal de las políticas públicas orientadas a la inserción laboral de las personas (CNCA, 2013). Así, identificar el aporte de la educación artística en el desarrollo de las competencias laborales transversales de los estudiantes de enseñanza media científicohumanista, pertenecientes a instituciones educativas que desarrollan iniciativas artísticas como parte de su proyecto educativo institucional, fue el foco del presente estudio a cargo del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.

 

Principales resultados del estudio

1. Efectos de la educación artística desde la mirada cualitativa

En relación con la importancia que dan los establecimientos a la educación artística, el estudio señala que existe una relación positiva entre valorar la educación artística y la presencia de más actividades artísticas en los establecimientos, las que además pueden tener cierto impacto en el territorio, como por ejemplo, un grupo folclórico perteneciente a un colegio que tenga relevancia comunal y regional. Por el contrario, establecimientos que le dan menor importancia y consideran que los espacios artísticos son más bien lúdicos y no una instancia de formación priorizan otro tipo de actividades en desmedro de las artísticas e, incluso, por ejemplo, cuando se requiere utilizar una hora disciplinar para otra actividad, priorizarían las horas artísticas.

Talleristas, profesores y directores observan características positivas de la educación artística en los estudiantes. Estas se relacionan con una mejor adecuación por parte de los estudiantes a los espacios y relaciones sociales, mayor autoestima (valoran habilidades y capacidades que poseen), mejoría conductual y crecimiento valórico, lo que hace que los estudiantes se esfuercen por lo que desean, tengan más conciencia de grupo y se comporten menos individualistamente. Se observa en ellos motivación y compromiso, lo que redunda en mayor asistencia y puntualidad a las clases, mejora su identificación con los establecimientos y surgen líderes positivos que animan a los más pequeños, lo que incidiría en el clima y convivencia escolar. El estudio destaca la relevancia de que los talleres se plasmen en obras y productos concretos, ya que esto facilita que los estudiantes vean reflejado su esfuerzo y compromiso, y que este sea valorado por sus pares y profesores. Por otra parte, el grupo estudiado aprecia el proceso de creación artística, como una manera de enfatizar la vivencia del alumno y la innovación, y la posibilidad de alcanzar logros a partir de mínimos insumos.

Desde el punto de vista de las empresas que reciben a los estudiantes de los liceos analizados, un buen trabajador es el que se compromete y acepta las condiciones que las compañías le están entregando, aquel que respeta los reglamentos internos y, además, en algunos casos, el que está dispuesto a ir a trabajar a cualquier lado sin importar el ingreso económico.

El mundo laboral que recibe a los estudiantes de los establecimientos analizados demanda habilidades como la honestidad, capacidad de servicio al cliente, cumplimiento de normas establecidas, responsabilidad, trabajo en equipo, buena presentación, puntualidad, asistencia, empatía y vocabulario. En este aspecto, el estudio observa que desde el mundo productivo existe un profundo desconocimiento de los contenidos y programas que imparte el sistema escolar para apoyar la empleabilidad de sus estudiantes, por lo tanto difícilmente podría evaluar los aportes de la educación artística. Sin embargo, se cree que la educación artística podría facilitar la formación de habilidades sociales que permitan mejorar el acceso al trabajo y la permanencia en él, tales como desarrollo de la personalidad, confianza, desarrollo emocional, tolerancia a la frustración, liderazgo, manejo de grupo y responsabilidad.

De todos modos, es importante señalar que hay empresas que mencionan que no logran visualizar un aporte directo de la formación artística de los jóvenes en su desempeño laboral, ya que el trabajo que se realiza en ellas no sería del tipo que premia la creatividad e innovación.

Paralelo a este escenario de percepciones acerca de los aportes de la educación artística a las competencias laborales transversales, se describe un panorama poco alentador para los jóvenes que ingresan a este tipo de empresas. Se mencionan tres aspectos que juegan en contra de su adecuada inserción en empleos estables: sus expectativas desproporcionadas de ingreso, su bajo compromiso laboral —que se traduce en alta rotación— y deficiencias severas en sus competencias conductuales. Se describe que los jóvenes no tienen claro “a qué salen al mundo laboral”, ya que no existiría una orientación vocacional adecuada ni tampoco preparación técnica. Se observa una racionalidad cortoplacista que privilegia el ingreso económico antes que la estabilidad laboral o la posibilidad de desarrollar carrera en la empresa, produciendo altas tasas de rotación. Las deficiencias conductuales se expresan en el desinterés por el trabajo, lo cual hace que a los jóvenes les cueste adaptarse a normas y reglamentos. Todo esto se relaciona con una inmadurez socioafectiva: trabajadores que no logran desarrollar compromiso, incapacidad para comunicarse y respetar reglas de la empresa, baja productividad, ausentismo laboral y bajos niveles de tolerancia a la frustración, entre otros aspectos.

2. Efectos de la educación artística desde el enfoque cuantitativo

La aplicación de la encuesta cuantitativa tuvo el alcance metodológico de que se desconoce la forma de elección de los estudiantes que participan de los talleres artísticos del Programa Acciona en cada establecimiento. Este es un punto relevante, ya que si los estudiantes no fueron elegidos de manera aleatoria, no es posible asegurar con precisión estadística que las diferencias encontradas entre los que participaron en talleres artísticos y los que no lo hicieron se explican por esta y no por tratarse de estudiantes con mejor comportamiento o rendimiento escolar.

Otro alcance que tuvo la aplicación de la encuesta se relacionó con que se realizó una evaluación antes y otra posterior al desarrollo de los talleres, la que se retrasó en su primera aplicación, lo que impidió contar con un tiempo adecuado de evaluación. A partir de estos dos antecedentes, el enfoque de la evaluación se orientó hacia la confiabilidad de los datos, es decir, a poder describir con precisión los resultados encontrados a partir de una muestra representativa de estudiantes participantes y no participantes en talleres. Considerando estos alcances, se observaron diferencias significativas entre quienes sí lo hicieron y quienes no, principalmente en lo que se refiere al ámbito de desarrollo personal, donde los primeros mostraron mejor orientación al logro, capacidad para expresar y elaborar ideas y toma de decisiones. Además, se describen diferencias de habilidades de tipo social, como la capacidad para establecer normas, trabajo en grupo y participación. Se observó que estudiantes con un buen promedio de notas muestran mayor desarrollo de habilidades como orientación al logro, capacidad para elaborar y expresar ideas, autorregulación y compromiso personal. En cuanto a los efectos de la educación artística en la creatividad e innovación, no se encontraron diferencias significativas, lo que supone que la promoción de la creatividad, así como de otras habilidades socioafectivas, requiere de procesos educativos de más largo plazo y desde etapas más tempranas de formación escolar (CNCA, 2013).

Recomendaciones para el fomento de la educación artística

El estudio puso énfasis principalmente en la necesidad de que la educación artística tenga permanencia en los establecimientos. Para lograrlo, se propuso fortalecerla de manera continua en el currículo escolar y en las actividades extracurriculares, diseñando mecanismos que fomenten la apropiación de las oportunidades de formación artística por los establecimientos, atrayendo la gestión directiva hacia la educación artística, velando por la calidad técnica de los talleres artísticos, mejorando condiciones para el desarrollo de la educación artística y vinculando más estrechamente a los establecimientos educativos con la oferta artística y cultural local.

Si bien el estudio no da cuenta de un vínculo directo entre las competencias laborales transversales y el aporte de la educación artística, sí muestra la relación entre el desarrollo de habilidades socioafectivas y un mejor desenvolvimiento en el aula y en el mercado de trabajo.

 

¿Cómo medimos las competencias laborales transversales de la educación artística?

La investigación se desarrolló en liceos científicohumanistas que hubieran implementado proyectos artísticos en el marco del Programa Acciona.

Componente cualitativo: En cinco regiones del país se seleccionó a seis liceos científicohumanistas que hubieran implementado proyectos artísticos en el marco del Programa Acciona (liceos con altos índices de vulnerabilidad IVE-SINAE –Junaeb-, municipalizados y particular subvencionados).

Como instrumento de recolección de información, se realizaron entrevistas en profundidad y grupos focales a actores internos (estudiantes, docentes, directores, ejecutores de proyectos artísticos —talleristas— y orientadores) y externos al liceo (encargados de recursos humanos de empresas locales, representantes de los principales sectores productivos de la región y representantes de instituciones públicas locales en materia de mercado laboral, como las oficinas municipales de intermediación laboral (OMIL).

Componente cuantitativo: Se realizó una encuesta para evaluar habilidades socioafectivas y aspectos de creatividad e innovación que presentan estudiantes de 20 liceos científicohumanistas con proyecto artístico educativo. Se analizó una muestra representativa de estudiantes que habían participado en talleres artísticos en estos establecimientos (316 jóvenes, 53%), contrastando los resultados de esa muestra con un grupo control, también representativo, de estudiantes de los mismos liceos que no habían participado en los talleres (280 jóvenes, 47%).

 

Programas del CNCA en política de educación artística

OKUPA (2007, en alianza con MINEDUC): En formato de talleres dentro de la Jornada Escolar Completa (JEC) la evaluación de este programa dio cuenta del desarrollo de habilidades socioafectivas en los estudiantes en dimensiones tales como: expresión personal y comunicación, sociabilidad, apertura a nuevas experiencias, trabajo en equipo, autoestima, motivación y compromiso con el trabajo, y disciplina y concentración (Asesorías para el Desarrollo, 2009).

ACCIONA: Es un programa nacional para el Fomento de la Creatividad en la Jornada Escolar Completa. Se desarrolla en los establecimientos de educación media, básica y preescolar, a través de un trabajo conjunto entre artistas pedagogos, cultores tradicionales y docentes titulares de la especialidad.

NÚCLEO: Busca contribuir al fomento de la educación artística a través de la gestión del conocimiento, generando redes, incentivando la formación continua y la sistematización de experiencias. Además, propone vincular la educación artística con los actores pertenecientes al sistema educativo, la sociedad civil, instituciones culturales y el mundo académico, de tal forma que esta sea considerada como una herramienta del desarrollo integral de niños, niñas y jóvenes.

FOMENTO AL ARTE EN LA EDUCACIÓN: Comprende un fondo concursable que financia proyectos educativos y artísticos en instituciones educacionales de diverso tipo, entre ellos, perfeccionamiento docente y directivo, implementación y mejoramiento curricular, extensión y difusión, y equipamiento y material de enseñanza.

 

Recomendaciones para mejorar la educación artística de los liceos
  • Mejorar relación docente-tallerista, incorporando actividades conjuntas de planificación que integren las particularidades de los establecimientos.
  • Vincular a los docentes con la ejecución de los talleres.
  • Aumentar las horas de educación artística en la jornada completa y no solo extraprogramática.
  • Poner en valor a nivel comunal y regional los productos artísticos realizados en los talleres, con canales de difusión adecuados.
  • Considerar las opiniones de los estudiantes, integrando sus intereses e inquietudes en los talleres.
  • Proponer estrategias de continuidad de los talleres de manera de viabilizar objetivos a largo plazo.
  • Mejorar infraestructura de los establecimientos.
  • Integrar otras áreas artísticas y del conocimiento, facilitando una mejor articulación entre lo artístico y el currículo.
  • Desarrollar capacidad de apreciación artística y no solo la práctica de actividades.
  • Interdisciplinariedad artística, realizando actividades entre los distintos talleres.
  • Importancia de salidas a terreno como una oportunidad para generar nuevas experiencias en los estudiantes.
  • Mejorar el seguimiento y evaluación de las actividades.