Ciclo cultural

Esta definición operacional asumida por la institucionalidad está asociada a un enfoque global de la dimensión económica y social de la cultura, el que propone complementar, y en algunos casos subordinar, la perspectiva de cadena de valor utilizada en algunas industrias culturales, con el objeto de dotar a la institucionalidad cultural de una mejor comprensión del fenómeno cultural, asumiendo así su complejidad y multidimensionalidad, en pos de situar y entender a la cultura como un factor de cohesión social y de bienestar, a la vez que como conjunto de valores, repositorio de la identidad humana/ logro/diversidad, y manifestación de la creatividad artística y humana (Unesco, 2014).

 

Se entenderá por ciclo cultural las diferentes etapas y/o procesos que implican las diversas actividades y prácticas culturales. El presente modelo se define no jerarquizable, destacándose las especificidades de aquellos dominios de carácter patrimonial y aquellos genéricos de la cultura y las artes. Los ciclos son adaptables, recursivos y capaces de ser monitoreados (CNCA, 2012, p. 80).

 

Dado que la capacidad para generar estadísticas culturales, tanto por parte del Estado como de la sociedad civil, «puede variar significativamente según sus prioridades políticas, conocimientos estadísticos y la disponibilidad de recursos humanos y financieros» (Unesco, 2009), resulta importante evaluar y consolidar los procesos estadísticos identificados en el país, que sirven de sustento para una diversidad, tanto de tomas de decisión como de conocimiento respecto a la heterogeneidad interna de los distintos campos y sectores vinculados a las «culturas», las «artes» y el «patrimonio». De ahí que, como voluntad permanente y persistente, resulta necesario seguir profundizando en los siguientes aspectos:

  • Optimizar la comparabilidad de los datos y el potencial de las encuestas, catastros y registros administrativos existentes, para medir la cultura.
  • Fomentar la inclusión de estándares y sistemas internacionales de clasificación estadística.
  • Identificar e incorporar nuevas fuentes de información que permitan caracterizar de forma más completa los ámbitos medibles de la cultura.
  • Convocar periódicamente a diversos representantes del sector cultural en miras de revisar los sistemas de clasificación utilizados y la incorporación de nuevos sectores o ámbitos de creación y participación cultural.