El artesano
Richard Sennett
Ed. Anagrama, 2009, 416 páginas
El 2009, el sociólogo norteamericano, Richard Sennett plantea en su libro El Artesano una reflexión que realza el valor de la cultura material y la actividad artesanal, retomando una discusión que había iniciado Hannah Arendt en los años sesenta sobre la dicotomía entre el Animals Laborans y el Homo Faber. A partir de ello, la premisa que recorre este ensayo está basada en la idea que el Animal Laborans ─ que Arendt había despreciado tanto en su tiempo ─está lejos de ser una bestia de carga o un siervo condenado a la rutina (p.17), sino está más cercano a servir de guía al Homo Faber, en cuanto es el Animals Laborans quien posee y cultiva un conocimiento y una habilidad heredada que significa compromiso y motivación en la actividad práctica.
En El Artesano, el primero de tres libros de Sennett relacionados con la cultura material, el sociólogo logra reunir y relacionar una serie de ejemplos que van desde el taller artesanal en la Edad Media hasta el quehacer de empresas tecnológicas actuales como Linux, en donde, desde distintas perspectivas, se manifiesta el trabajo artesanal basado en un conocimiento tácito y compartido entre los trabajadores, en el compromiso con la materialidad y en el interés de obtener un trabajo bien hecho. En este sentido, Sennett aborda todos los procesos que llevan a un Animal Laborans, es decir, al artesano, a involucrarse con su trabajo y a estar consciente y compenetrado en el quehacer mismo. Es durante el proceso y en la práctica, donde la cabeza y el cuerpo se unen en una misión común que puede ser desde tocar el violín, cocinar una receta hasta soplar un vidrio. Ahí se refleja tanto la unión de la mano y la cabeza, como el vínculo entre la tradición heredada y la capacidad para innovar y resolver problemas en la actualidad.
Una particularidad del libro dice relación en cómo Sennett pone en valor un oficio, lejano a una lectura romántica que ha comprendido la artesanía como una práctica idílica y pasada que existió en el taller artesanal, sino más bien desde la actualidad, desde el trabajo artesanal en una oficina de arquitectos, en una orquesta de música o en una empresa como Nokia. Así también, se hace cargo de sucesos que han afectado o deformado el oficio del artesano como lo son por un lado, la introducción de la máquina y por otro, la consolidación de la competencia y eficacia como patrones de trabajo en las empresas. En este sentido, el autor hace un interesante análisis en torno al programa computacional un interesante análisis en torno al programa computacional CAD que tienen las oficinas de arquitectos y lo compara con el trabajo que podría hacer un profesional con su propio trazado: “el hecho de dibujar los ladrillos a mano, por tedioso que sea, instiga al dibujante a pensar en su materialidad, a hacerse cargo de su solidez, que contrasta con el espacio que corresponde a una ventana, vacío y sin marca en el papel” (p.57) . Sin menospreciar la máquina, ya que su uso permite eficacia, homogeneidad y perfección, Sennett releva sus limitaciones o incapacidades frente a la destreza humana para involucrarse con la materialidad y la creatividad del pensamiento frente al trabajo que busca constantemente poder cambiar las cosas.
En esta misma línea, El artesano sostiene que la capacidad para trabajar es amplia y compartida por todos, sin embargo, su desarrollo dependerá de la facultad del artesano para localizar, indagar y desvelar problemas. Es por ello que la mayor amenaza para el artesano no es la aparición de la máquina ni la falta de capacidades, sino “el mal manejo emocional del impulso a hacer un buen trabajo, mala gestión que la sociedad puede empeorar o tratar de rectificar, (…) es por ello que para la plena realización de la artesanía, la motivación es más importante que el talento” (p.350) . De esta forma, se comprende que el oficio del artesano permanecerá vigente, en la medida en que seamos conscientes de nuestras habilidades y las desarrollemos en nuestro quehacer laboral con la motivación de hacer un buen trabajo.
Más allá del interesante análisis sobre la cultura material, el libro tiene un valor intrínseco pues permite al lector relacionar y conectar diversas prácticas artesanales a lo largo de la historia, que a primera vista no tendrían ningún punto de conexión o que se podrían considerar como no artesanales, pero que sin embargo en todas ellas, aparece la presencia del ser humano creativo y comprometido en un oficio. Por último, en pleno siglo XXI, donde mundialmente hay críticas y cuestionamientos al modo que trabajamos, en el sentido qué tiene el trabajo y sus consecuencias, este ensayo viene a poner en valor el trabajo, no como un proceso automático y tedioso de producción, sino como un ritual en donde las habilidades, destrezas y conocimientos del ser humano se ponen en juego y que ─en tanto interactúan con otras personas─ generan cohesión en aquel espacio y en aquella sociedad.
Pilar Vicuña Dominguez.[1]Licenciada en Historia Universidad Católica de Chile, Magíster en Estudios Latinoamericanos Universidad de Chile. Actualmente es coordinadora de Ciudadanía y Cultura de la Dirección Regional de … Continue reading
↑1 | Licenciada en Historia Universidad Católica de Chile, Magíster en Estudios Latinoamericanos Universidad de Chile. Actualmente es coordinadora de Ciudadanía y Cultura de la Dirección Regional de RM, Consejo Nacional de la Cultura y las Artes. |
---|