Introducción
El conocimiento científico-social de las distintas dimensiones que constituyen el campo de las artes en Chile se encuentra aún en un estado incipiente e inacabado. Esta situación es más pronunciada en el caso de regiones, donde prácticamente no existe investigación empírica ni reflexión teórica sistemática. Poco se sabe acerca de las condiciones reales y potenciales de la producción artística, el perfil de los artistas y el lugar que tienen las artes en los contextos regionales. Este hecho cobra relieve cuando se precisa contar con antecedentes verosímiles para diseñar y proyectar políticas acordes con las características específicas de dichos contextos.
Como una manera de contribuir a desarrollar el conocimiento empírico y teórico sobre este campo en un contexto regional, entre 2008 y 2009 el autor del presente artículo, en conjunto con otros académicos, desarrolló un acercamiento antropológico a la producción artística y cultural en la región de La Araucanía. El proyecto contó con el apoyo del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes y sus resultados se volcaron en el libro titulado Productores de arte y cultura en La Araucanía (Berho, 2010). Si bien en él se presentan los principales hallazgos de dicha investigación, existen varios otros que quedaron sin sistematizar suficientemente.
El siguiente artículo presenta uno de estos aspectos: el del campo del consumo de las artes visuales en Temuco, capital de la región de La Araucanía. Para desarrollar esta indagación existen al menos tres caminos posibles. En primer lugar, el análisis morfológico de los consumidores de las artes visuales; segundo: el análisis de la recepción de la oferta o bienes artísticos que circulan; y por último, el análisis de las muestras de artes visuales, las características de las/los expositores, las condiciones de infraestructura, las líneas curatoriales, etc. Denomino a este último tipo de análisis el “camino de la oferta”.
Esta opción implica enfocarse en el producto y en la actividad conducente a dicho producto, atendiendo a sus propiedades de forma y contenido, que a su vez se inscriben dentro de un campo específico de relaciones y significados. Este método permite visualizar no solo la oferta, sino particularmente la estructura de esta, en la medida en que a través de ella es posible trazar contornos e interconexiones ligadas al campo de las artes visuales y al sistema de normas que definen el quehacer de los artistas visuales, según clasificaciones como los estilos, las disciplinas, las tendencias, etc.
El estudio realizado analizó un total de 182 catálogos correspondientes a las muestras de artes visuales efectuadas en Temuco entre 1993 y 2007, en las que se observaron y midieron variables asociadas a las características de los artistas y, particularmente, a las prácticas y productos artísticos de circulación pública. De este modo, se buscó aportar antecedentes empíricos que permitieran comprender las características de los bienes artísticos visuales que han sido ofrecidos al público temucano a lo largo de un poco más de una década.
El escenario
La actividad creativa de los artistas visuales en Temuco está principalmente organizada en torno a instituciones formales de educación superior, talleres y academias particulares. La difusión de los productos artísticos, en tanto, está organizada a partir de la lógica de las galerías artísticas, las cuales definen agendas anuales de muestras según criterios curatoriales diversos, aunque delimitados. La Galería Aníbal Pinto de la municipalidad de Temuco ha sido el principal referente de exhibición durante todo el periodo estudiado. En el año 2003 se sumó la Galería de Artes de la Universidad Católica de Temuco, espacio reservado a las artes visuales contemporáneas. Un año después, abrió sus puertas la galería del Museo Ferroviario Pablo Neruda. Eventualmente, la Universidad de La Frontera y la Universidad Mayor han organizado muestras de pintura de artistas regionales.
Las dos primeras son espacios más o menos especializados que cuentan con instalaciones adecuadas a los requerimientos que imponen las salas de arte (iluminación, ventilación, temperatura, estructuras soportantes, amplificación, etc.). Ambos fueron concebidos para la exposición de artes visuales: el primero desde una orientación plástica y el segundo desde una opción explícitamente contemporánea.
Los artistas
El análisis de los catálogos mostró que los creadores de las obras ofrecidas en los espacios validados de circulación artística durante el periodo analizado son artistas hombres y mujeres, mayoritariamente de origen chileno y con una reconocida trayectoria en el ámbito nacional. Se trata principalmente de artistas que montan exposiciones individuales y en menor medida colectivas. Dentro de un universo compuesto por más de ochocientos artistas que han expuesto sus obras en los espacios identificados durante el periodo estudiado es interesante advertir la presencia de algunos de origen mapuche exhibiendo obras visuales. Si bien su presencia en las muestras es escasa (3,6% de un total de 841 artistas), desde el punto de vista cuantitativo esto representa una característica particular de la oferta, ligada al contexto sociocultural regional. Considerando la procedencia de los artistas, se observa que la mayoría de las exposiciones de artes visuales (58,5%) corresponden a artistas chilenos foráneos, principalmente de Santiago y del centro- sur de Chile. Le siguen en importancia los artistas regionales (34,5%), cifra que aumenta desde el año 2000 en casi seis puntos. Solo un 2,6%, de aquellos que expusieron durante el periodo eran artistas extranjeros —cifra que aumenta dos puntos porcentuales a contar del año 2000— y un 4,4% de artistas regionales con reconocimiento nacional —situación que baja desde el año 2000 en casi tres puntos porcentuales—. Los artistas que mayor escena han tenido durante el periodo analizado se caracterizan por tener un perfil especializado, conformado en torno a la práctica de una disciplina artística reconocida dentro del campo de las artes visuales (pintura, escultura, acuarela, fotografía), que usan variados soportes (bi y tridimensionales) y que trabajan sobre temáticas tales como: paisaje, naturaleza, cuerpo humano, entre otras.
¿Qué artes visuales se ofrecen al público de Temuco?
El análisis de los catálogos de las muestras a través del tiempo permite relevar una diversidad de disciplinas y/o soportes artísticos inscritos dentro del campo de las artes visuales, que van desde las disciplinas tradicionales como la pintura, la escultura, el grabado y la acuarela, hasta aquellas de carácter contemporáneo como la fotografía, la instalación y las técnicas mixtas (fotomontaje, videoarte, pintura intervenida, objetos). Dentro de estas disciplinas, la pintura ha ocupado un lugar privilegiado dentro de las muestras, alcanzando un 56,7% respecto del conjunto de la escena de la capital regional durante el periodo (ver Cuadro 1 al final del artículo). Esta situación se vincula con las políticas de afluencia de público a las galerías, dentro de las cuales la pintura simboliza la concepción más extendida de las artes y el oficio del artista.
Es interesante notar que la fotografía y la instalación han sido disciplinas que, aunque tardíamente incorporadas dentro de esta escena (desde 1998), han alcanzado posiciones similares a la acuarela e incluso superiores al grabado. En el tiempo, asimismo, ambas —fotografía e instalación— han experimentado un ligero aumento, probablemente asociado a los cambios en las condiciones de producción y formación de los artistas visuales en la capital regional.[1]A partir de 1998 se crea el Fondo Regional de Fomento de las Artes, fuente pública que estimula la creación artística local, favoreciendo el desarrollo de las artes visuales contemporáneas. … Continue reading En cuanto a las características de las obras exhibidas en las galerías de Temuco se advierte una diversidad de tendencias estéticas. Las más recurrentes son: realismo (29%), experimental (27,1%), expresionismo (19,5%), abstracción (8,8%), surrealismo (5,3%). Con menos recurrencia en el tiempo, pero con una presencia significativa a partir de los inicios de la década de 2000, encontramos exhibiciones de arte objetual y mixturas de lenguaje. De este modo, las tendencias estéticas que más presencia han tenido en la escena de las artes visuales en la capital regional han sido aquellas propias del arte moderno, ligadas a los estilos de vanguardia de comienzos del siglo XX en Europa.
El realismo aparece principalmente asociado a la pintura y al paisaje, lo cual indica un nexo con la tradición pictórica occidental dentro de la oferta artística en la capital de La Araucanía. Esta tendencia estética se fundamenta sobre la base de una visión representacional o mimética del mundo, la que se encuentra profundamente incorporada al canon estético dominante en la cultura del público de arte.
Las tendencias experimentales de las exposiciones, equiparables en importancia al realismo, introducen una ruptura con este, al explorar en otros ámbitos del lenguaje formal, más cercanos al arte contemporáneo y de vanguardia. Desde el punto de vista temático, encontramos que existe una amplia variabilidad, la cual, no obstante, puede agruparse según los contenidos centrales de las obras. De este modo, aun cuando prevalezca un fondo temático caracterizado por la heterogeneidad, es posible discernir las siguientes temáticas: un predominio del paisaje como principal motivo de las obras exhibidas durante el periodo; le siguen en importancia las temáticas de la identidad regional, la figura humana, retrato y autorretrato, vida cotidiana y, en menor medida, las ligadas a cuestiones sociales, políticas e históricas.
La representación del paisaje se asocia directamente con la pintura y la acuarela. Como temática, el paisaje irá sufriendo interesantes mutaciones a través del tiempo. A comienzos del periodo estudiado (1993), este se asociaba con una concepción naturalista y costumbrista del espacio y sus elementos, mientras que hacia el final del periodo es representado dentro de un marco político que se centra en los problemas del territorio, como expresión de la relación significativa de la sociedad con el espacio físico natural-artificial. Con el tiempo, las temáticas del paisaje y el costumbrismo han ido perdiendo espacio, mientras que los temas de vida cotidiana, sociedad y política e identidad regional (la mirada sobre uno mismo) lo han ido poco a poco ganando. Estas nuevas temáticas serán particularmente visibles desde inicios de la década de 2000 y a través de ellas se fija la atención en el contexto regional, tanto desde un punto de vista contemplativo como crítico interpelador.
Por último, se destaca la presencia cada vez más constante de artistas mapuche en la escena local, especialmente desde el año 2000.[2]Según cifras institucionales, al año 2010 del total de estudiantes matriculados en la carrera de Artes Visuales de la UC Temuco (219), un 10% correspondía a estudiantes de origen mapuche, cifra … Continue reading
Análisis
Dado un contexto como el descrito hasta aquí y, considerando la particularidad de las disciplinas, tendencias estéticas, temáticas o motivos que caracterizan dicho contexto, puede inferirse que la oferta de artes visuales en Temuco se relaciona con las artes en su vertiente moderna. Dentro de esta, la pintura encarna la disciplina y el soporte culturalmente más arraigado. Su liderazgo respecto de las otras, particularmente respecto del arte contemporáneo e incluso de la escultura, sugiere que la oferta de artes visuales está anclada al paradigma clásico de la experiencia estética.
En cuanto a las otras disciplinas que han formado parte de la escena regional, tales como la escultura, la acuarela, el grabado, la fotografía, etc., cabe preguntarse si su escasa presencia corresponde o no a una suerte de estructura jerarquizada de la oferta, en la que priman las decisiones enmarcadas en el gusto por la pintura. Podría ser también que esta situación obedezca a la menor proporción de artistas dedicados al cultivo de disciplinas especializadas. A pesar de su ingenuidad, estas hipótesis esconden el problema de la formación de una escena artística regional y, con ello, el problema de la reproducción de una oferta artística capaz de innovar y diversificarse.
La situación de la instalación es relevante dentro del campo de la oferta por cuanto representa una disciplina —y un soporte— propiamente contemporáneo a través del cual se produce una ruptura con la concepción mimética o representacional propia de la pintura y la plástica. La inclusión de objetos y actos estimados como no artísticos amplía el horizonte estético de la oferta, con él, del público. Se trata de una oferta que precisa conocimientos estrictamente disciplinarios y que a la vez recoge los aportes de campos afines tales como la historia del arte, filosofía, crítica, etc. Esta oferta se debe a los cambios en el perfil de los artistas a través del tiempo, así como en el de los curadores y encargados de los espacios de exhibición.La existencia de una galería de arte con una curatoría explícitamente contemporánea constituye, indudablemente, un factor que estimula este proceso y que incide en el cambio en los esquemas de percepción y valoración de las artes entre el público. Es probable que los cambios en las orientaciones curriculares en la formación de artistas visuales y la influencia de las nuevas tendencias artísticas y comunicacionales globales ejerzan un papel significativo en la escena futura.
El análisis de las temáticas presentes en la oferta sugiere el predominio de contenidos propios de las artes visuales modernas, enfocadas particularmente en los problemas de las formas estéticas. Con el paso del tiempo se advierte, asimismo, la apertura a combinar temáticas y a abordar discursos crítico-reflexivos ligados con la historia, la sociedad, la ecología y la cultura regional, cuestionando las miradas costumbristas y atávicas de los predecesores. Tanto las tendencias estéticas como las temáticas de las artes visuales que se presentan al público en la capital regional se organizan sobre la base de criterios como la edad, la formación y la experiencia creativa de los artistas. Así, las tendencias clásicas asociadas al paisaje realista o expresionista, en pintura y acuarela, se vinculan principalmente al quehacer de artistas adultos y mayores de edad, o jóvenes con preparación extraacadémica. Por su parte, las tendencias y temáticas modernas y posmodernas del lenguaje artístico-visual son desarrolladas por artistas jóvenes o adultos con formación especializada en arte contemporáneo.
Este tipo de oferta condiciona el consumo del público a un tipo de obras caracterizado por su sentido moderno, según el cual el arte como producto simboliza artefactos únicos, duraderos y atesorables. De manera inicial, sin embargo, el público tendría acceso a productos artísticos que cuestionan esta concepción y que amplían el rango de posibilidades, pudiendo incidir eventualmente en la formación de un público diferenciado según disciplinas, tendencias, lenguajes y temáticas modernas y posmodernas que imponen nuevas categorías conceptuales y valorativas. A pesar de la mayor cantidad de artistas mapuche desde inicios de 2000, su presencia en espacios especializados en artes es menor que en aquellos destinados a las artesanías. Esta situación resulta ser paradojal en el contexto de la región de La Araucanía, caracterizado por la convivencia multicultural y las relaciones interétnicas chileno–mapuche. Es muy probable que la distinción indicada sea parte de los esquemas que reproducen las jerarquías clásicas de las bellas artes, a partir de la cuales se fundan las diferencias entre artes y artesanías. En esta jerarquía, las artes gozan de los privilegios que otorga el buen gusto, mientras las artesanías son relegadas a los espacios del turismo cultural y los suvenires. OC
Cuadro 1: Oferta de artes visuales en Temuco, según tramos de tiempo
Referencias bibliográficas
Berho, Marcelo (2010): Productores de arte y cultura en La Araucanía, Temuco, Consejo Nacional de la Cultura y las Artes, Centro de Estudios Socioculturales, Universidad Católica de Temuco.
Marcelo Berho.[3]Antropólogo, académico del Departamento de Antropología y Director del Centro de Estudios Socioculturales (CES) de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Católica de Temuco.
↑1 | A partir de 1998 se crea el Fondo Regional de Fomento de las Artes, fuente pública que estimula la creación artística local, favoreciendo el desarrollo de las artes visuales contemporáneas. Asimismo, la Universidad Católica de Temuco imparte desde 2005 la carrera de Licenciatura en Artes Visuales, aportando con la formación de especialistas en el campo y, desde el año 2003, cuenta con un espacio especializado de difusión que promueve las artes visuales contemporáneas. Por último, la apertura de la galería del Museo Nacional Ferroviario Pablo Neruda en 2004 contribuyó a la ampliación de espacios para este tipo de disciplinas. |
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↑2 | Según cifras institucionales, al año 2010 del total de estudiantes matriculados en la carrera de Artes Visuales de la UC Temuco (219), un 10% correspondía a estudiantes de origen mapuche, cifra que se incrementa levemente a contar de 2005. |
↑3 | Antropólogo, académico del Departamento de Antropología y Director del Centro de Estudios Socioculturales (CES) de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Católica de Temuco. |