¿Debe un texto editorial escoger entre señalar lo que se hace o aquello que se debe hacer? Si bien ambos énfasis se complementan, no es obvio decir que nuestras líneas de acción buscan señalar un futuro necesario a partir de las carencias del presente, ni tampoco que pretenden mostrar la situación actual sobre la base de lo realizado hasta el momento. Entre ambas opciones, Observatorio Cultural termina su primer año con catorce artículos publicados, siete reseñas y el mismo número de columnas regionales, además de una treintena de hipervínculos de interés artístico y cultural, entre otras informaciones. Por otra parte, nuestros reportes estadísticos cuentan ya con 16 publicaciones, y con alegría podemos decir que en su elaboración han participado todos los miembros del Departamento de Estudios, además de más de veinte funcionarios del Consejo Nacional de la Cultura y las Artes.
Lo publicado entre mayo y diciembre nos pone un piso mínimo para perfilar el 2012. Para evaluar el trabajo realizado debemos plantearnos preguntas hacia el futuro: ¿Hacia qué tipo de lectores queremos dirigirnos?, ¿qué espacios editoriales es necesario destacar y luego fortalecer?, ¿cuáles han sido los obstáculos para gestionar y difundir esta publicación?, ¿qué temas y campos de la cultura debemos investigar?, ¿qué cuestiones no han sido bien logradas? Junto con re-pensarnos, debemos ser críticos en cuanto al alcance real de nuestras intenciones.
Esta séptima edición incluye artículos sobre la participación y el consumo de medios de comunicación, y deja abierta la pregunta sobre el desarrollo de la radio comunitaria en Chile. También presenta una reflexión sobre los museos como un espacio teórico y práctico, y la importancia de promover una demanda que permita valorarlos de una forma inclusiva con los públicos. En la misma línea, reseñamos una lectura novedosa en la cual se argumenta la importancia de los museos como agentes de cambio social. Por último, la columna de regiones examina la situación de la Araucanía y la artesanía, enfatizando en la importancia del diseño como mediador para el repunte de este sector productivo.
Observatorio Cultural agradece a todos sus colaboradores y participantes por darle contenido y forma, y apoyar su definición editorial en este primer año de publicación.