En una entrevista, el filósofo francés Michel Serres señaló que lo importante no es haber leído todos los libros de la Biblioteca Nacional de París, sino saber que “todos esos libros han sido leídos, al menos, una vez”. En efecto, quien ha leído todos los libros es un “sujeto colectivo que llamamos nosotros, la humanidad”. De esta forma, Serres argumenta que nuestra capacidad para habitar escenarios con gran cantidad de información consiste en aceptar la naturaleza virtual del conocimiento y entender que su transmisión es un proceso inherente a nuestras relaciones, lecturas, interacciones. La distancia geográfica y la acumulación de información no serían obstáculos para aprender. Así, al preguntarnos sobre los lectores y la difusión de Observatorio Cultural, consideramos que ampliar nuestra cobertura a nivel nacional y regional es tan importante como producir lectores más activos que nos permitan mejorar, producir debate y reflexión. Llegar a muchos no es para ser masivos, sino para reunir lectores puntuales, que en lo posible participen con sus comentarios, o bien, estén atentos, mes a mes, al aporte de nuestros colaboradores. Siguiendo a Serres, es necesario tener lecturas detenidas aunque estas sean parciales y/o fragmentadas respecto del total de temas publicados.
La octava edición de Observatorio Cultural incluye una reflexión acerca de la legislación sobre la salvaguarda del patrimonio inmaterial en el Estado chileno, con atención en dos culturas de los extremos del país: aimara y kawésqar. Nuestro espacio de regiones, nuevamente, hace hincapié en los obstáculos de nuestro centralismo y en cómo la Región del Maule es otro ejemplo de ello. Por otra parte, hemos completado las entregas del catastro de infraestructura cultural con las regiones de Coquimbo, Metropolitana y Biobío. Finalmente, se recomienda la lectura de un libro sobre la evolución actual de la música rock, en donde la crítica ha permitido procesos de superación y el surgimiento de géneros “post”, como el post-punk y el post-rock.