En su retrospectiva realizada en el MoMA de Nueva York —The Artist is Presence—,[1]Más información sobre la retrospectiva The Artist is Presence en: http://www.moma.org/visit/calendar/exhibitions/965 la artista Marina Abramović (Yugoslavia, 1946) estuvo sentada en una silla seis días a la semana entre el 14 de marzo y el 30 de mayo de 2010. Es decir, un total de 750 horas de performance en vivo y continuada. Entremedio de la selección de sus mejores trabajos y archivos documentales, el público esperó su turno para sentarse en otra silla delante de la artista, y tener la oportunidad de mirarse frente a frente ante la vista de todos y en silencio.
Mientras pasaron los días, la obra reunió polémicas y una atención mediática global. Entonces, turistas, celebridades y neoyorkinos pernoctaron largas jornadas en las afueras del museo para conseguir un cupo y sentarse ante ella. Es atractivo pensar que Marina Abramović mientras conmemora sus 40 años de carrera en Nueva York, lo hace con este acto que escribe al mismo tiempo su autorretrato, transmitiendo la verdad física, temporal y afectiva del arte de la performance, en cada participante, sus espectadores y testigos virtuales que la siguieron por internet.
Obviamente, el alcance de su acción es amplificado gracias a la estructura en que está inserta: la ciudad, el museo y un largo etcétera de indicadores y recursos de diversa naturaleza.
El gesto de mirarse largas horas en búsqueda de un encuentro y estado mental especial, está sujeto a una serie de otros elementos ajenos al mismo.
A ratos, nuestra publicación Observatorio Cultural parece un gesto de este tipo. O más bien, es necesario asumir que los contenidos cada vez se sostienen menos por sí mismos y están sujetos a una serie de condiciones para cumplir con sus objetivos.
Los buenos argumentos e interesantes ideas y proyectos publicados, quedarán como performances buscando públicos, si no somos capaces de ocupar de mejor manera nuestros recursos y diseñar de modo estratégico no solo su difusión sino que también la manera de pensar y valorar su proceso.
Pierde sentido la producción de contenidos, si no abordamos su realización como un sistema compuesto por una serie de otros elementos, que determinarán cuán lejos podamos llegar.
↑1 | Más información sobre la retrospectiva The Artist is Presence en: http://www.moma.org/visit/calendar/exhibitions/965 |
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