En el documental Violeta más viva que nunca, el poeta Gonzalo Rojas llama a Violeta la estrella mayor de Chile, lo más grande, la síntesis perfecta. Esta elocuente descripción habla del sitial privilegiado que en la actualidad, por fin, ocupa Violeta Parra en nuestro país, después de muchos años injustos en los que su obra fue reconocida en el extranjero y prácticamente ignorada en Chile. Hoy, reconocemos a Violeta como la creadora que hizo de lo popular una expresión vanguardista, llena de potencia e identidad, pero también como un talento universal, singular y, quizás, irrepetible.
Violeta fue una mujer que logró articular en su arte corrientes divergentes, obligándonos a tomar conciencia sobre la diversidad territorial y cultural del país que, además de valorar sus saberes originarios, emplea sus recursos para pavimentar un camino hacia la comprensión y valoración de lo otro. Para ello, tendió un puente entre lo campesino y lo urbano, asumiendo las antiguas tradiciones instaladas en el mundo campesino, pero también, haciendo fluir y transformando un patrimonio cultural en diálogo con una conciencia crítica. Además, construyó un puente con el futuro, con las generaciones posteriores a ella, y también las actuales, que reconocen en Violeta Parra el canto valiente e irreverente que los conecta con su palabra, sus composiciones y su música.
Pero Violeta no se limitó a narrar costumbres y comunicar una filosofía, sino que también se preocupó de exponer, reflexionar y debatir sobre la situación política y social de la época que le tocó vivir, desarrollando una conciencia crítica, fruto de su profundo compromiso social. Contenedora de un sinfín de facetas, fue una figura tan brillante como compleja, que la convierte en terreno fértil para la creación y también para la reflexión. Para pensarla, pero también para pensarnos en ella como pueblo y país, e incluso como continente.
Profundizar en la obra y figura de Violeta Parra es un compromiso irrenunciable para el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet y el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes (CNCA), especialmente en el contexto de la conmemoración de los 100 años de su nacimiento. Un ejercicio que sabemos debe ser abordado desde una mirada transdiciplinaria, que nos permita trazar la complejidad de su influencia en el devenir cultural, artístico y patrimonial de nuestro país. Esta edición especial de Observatorio Cultural fue concebida para complementar otras publicaciones que el CNCA ha dedicado a Violeta este año, tales como un Cuaderno Pedagógico, con el objetivo de acercar la obra de Violeta y su historia a estudiantes de todo el ciclo escolar; y un cancionero de distribución masiva, de modo de poner a disposición de la ciudadanía un conjunto de algunas de las canciones más célebres de Violeta Parra.
Los artículos reunidos en esta publicación buscan dar cuenta de cómo Violeta Parra logró desarrollarse creativa e integralmente y, entre otras cosas, cuáles fueron sus contribuciones al enriquecimiento y la recuperación de nuestras culturas originarias y campesinas. Fueron invitados e invitadas con ese propósito Bernardo Subercaseaux, Sonia Montecino, Marisol García, Maximiliano Salinas, Paula Miranda, Elisa Loncon, Felipe Quijada, Gastón Soublette, Simón Palominos, Lorena Valdebenito, Juan Pablo González y Patricia Díaz-Inostroza, con el fin de reunir a voces destacadas y diversas del campo cultural chileno, capaces de encarnar el espíritu pluricultural y transdisciplinar de Violeta Parra.
En un año en que hemos celebrado a Violeta a lo largo de todo el país y en el extranjero —con actividades musicales, como la gira nacional que realizó el Bafona y el homenaje musical que se le dedicó en el Teatro Colón en Buenos Aires; el programa Violeta en mi barrio, en conjunto con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, cuyo fin era dar a conocer la obra de Violeta y estimular a la ciudadanía a compartir sus creaciones; o las distintas exposiciones de su obra visual que se realizaron en diversos puntos del país— esta edición especial de Observatorio Cultural sirve para coronar todo lo realizado, invitando a sus lectores y lectoras a adentrarse en la obra de una, sino la más grande creadora de Chile.
La presente publicación también está dedicada a la memoria de Ángel Parra, como un homenaje y reconocimiento a su incalculable contribución a la cultura chilena y a su labor como garante, en conjunto con su hermana Isabel, del legado artístico de su madre. Su trabajo fue sin duda el mejor ejemplo de continuidad de la senda generosa y comprometida con el conocimiento popular de la cual Violeta fue precursora.
Ernesto Ottone Ramírez.
Ministro Presidente Consejo Nacional de la Cultura y las Artes