Tobías Gabriel Palma – Periodismo, Universidad de Chile
Primer Lugar
Los artistas ya no sólo producen arte; su fin último es también producir audiencias. Si la razón final del arte es poder ser apreciado, comprendido, reflexionado y criticado, para ello requiere de públicos a los que llegar. Pero cómo hacerlo. Y cómo definir a los públicos y audiencias. Cómo incentivar que la gente destine tiempo y dinero para participar del círculo virtuoso de la creación y apreciación del arte y para que se conviertan ellos mismos en mejores públicos. Tanto en Chile como en el resto del mundo esta es una nueva inquietud para los gestores culturales: incorporar a los receptores como actores participantes del quehacer cultural. El tema puede abordarse desde distintos focos, perspectivas, áreas y sectores. En nuestro país se pueden encontrar, por un lado, el impulso del CNCA por políticas de formación de audiencias, pero también una serie de iniciativas de entes privados que mucho han aportado a ello.