Presentación

Este Informe Anual de Estadísticas Culturales es fruto de un esfuerzo conjunto entre el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y el Instituto Nacional de Estadísticas que ya cuenta con 19 ediciones. Nos acercamos a la veintena lo cual es un hito que nos invita a reflexionar sobre su historia.

El objetivo primordial de esta publicación fue poner a disposición de la ciudadanía estadísticas sistemáticas sobre el sector cultural, artístico y patrimonial, recolectando información de instituciones públicas y privadas, sometiéndola a un riguroso proceso de validación y análisis. Hoy su sistematicidad y frecuencia lo convierten en un referente fundamental para conocer la situación y evolución del sector, constituyéndose, en la práctica, en la única serie de tiempo consolidada de datos estadísticos del campo cultural en Chile.

Resulta un buen ejercicio volver periódicamente sobre el objetivo de los proyectos para replantearse la mejor manera de avanzar. En este caso, medir indicadores asociados a la cultura involucra al menos cuatro desafíos que quisiéramos enfrentar en el futuro: desafíos conceptuales, metodológicos, de articulación intersectorial y sobre la forma de transmitir la información.

El primer desafío es conceptual y se refiere a los límites de lo que entendemos por cultura, es decir, qué es lo que vamos a medir. Esta reflexión permite actualizar la medición atendiendo a fenómenos que representan lo que sucede hoy en el sector, como el entorno digital, aplicable prácticamente a todos los ámbitos culturales. Así como también busca la manera de medir dimensiones sociales o comunitarias de ciertas manifestaciones culturales, o ampliar la mirada a otros ámbitos de la vida que poseen una dimensión cultural relevante.

El segundo es un desafío metodológico, que implica repensar constantemente cómo medimos los fenómenos culturales, artísticos y patrimoniales mediante estadísticas de calidad que se ponen al servicio de la toma de decisiones. Abordar este desafío permite robustecer y estandarizar los distintos procesos de producción estadística como lo indican las mejores prácticas internacionales. Este énfasis en los procesos de producción estadística posibilita la construcción de metadatos estadísticos que proveen más información a los productores y los usuarios de los datos, permitiendo una mejor comprensión de la estadística y, en muchos casos, permitiendo la comparabilidad entre distintas mediciones relacionadas con un mismo fenómeno. Para este trabajo es indispensable diseñar y construir documentación que permita registrar los avances paulatinos generados en las estadísticas culturales. En este contexto, destacan las Estadísticas del Día del Patrimonio Cultural, las Estadísticas de Museos y las Estadísticas de Bibliotecas y Archivos, que son resultados del constante trabajo interinstitucional entre la Subsecretaría del Patrimonio Cultural, los equipos del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural y el Instituto Nacional de Estadísticas.

El tercer desafío es el de articulación intersectorial, es decir, de construcción de alianzas para desarrollar procesos de levantamiento de información cooperativos, para lo cual necesitamos mejorar los flujos de información, tanto en el sector público como entre éste y el sector privado, acercándonos de mejor manera al objetivo trazado por nuestras instituciones.

Finalmente, debemos avanzar en el desafío de mejorar sistemáticamente la manera en que el Estado facilita el acceso a información de calidad a la ciudadanía, generando nuevos formatos, más comprensibles e inclusivos y haciendo uso de nuevas y mejores tecnologías.

En ese marco, la historia pasada y futura del Informe Anual de Estadísticas Culturales constituye un valioso recurso para la comprensión multidimensional del sector. Avanzar en su perfeccionamiento permanente es un desafío y a la vez un deber de nuestras instituciones ya que es un instrumento imprescindible para que el Estado y las y los agentes culturales actúen y tomen decisiones basadas en evidencia.