Presentación

La capacidad institucional de construir estadísticas rigurosas, precisas y útiles es expresión del trabajo acumulado por décadas, así como de una disposición genuina de colaboración entre el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, el Instituto Nacional de Estadísticas y las instituciones que colaboran año a año entregando información. Por ello, las estadísticas culturales, artísticas y patrimoniales que presentamos son, al mismo tiempo, una responsabilidad, una oportunidad y un desafío.

Una responsabilidad ya que en las últimas décadas el campo y la institucionalidad cultural se han nutrido de esta información para tomar decisiones precisas, comprendiendo mejor el comportamiento de la sociedad, del sector y su propio fortalecimiento y desarrollo.

Por tanto, el ejercicio anual de poner a disposición esta información es un compromiso adquirido con diversos actores, cuya confianza depositada debe ser renovada con un trabajo riguroso y de excelencia por parte de quienes desarrollamos el Informe Anual de Estadísticas Culturales. 

Es una oportunidad pues nos permite visibilizar lo realizado, ponerlo en valor y usarlo para seguir mejorando como Estado en materia de políticas culturales. Este año consideramos necesario incorporar a los Sitios de Memoria al ejercicio estadístico anual y fortalecer el análisis del Patrimonio Cultural Inmaterial. En ambos casos, el Informe Anual representa la oportunidad de canalizar y consolidar un esfuerzo institucional sostenido, pero que se ha redoblado en los últimos años y resulta especialmente visible en el año 2023, cuando se conmemoraron los 50 años del golpe de Estado.

Y es un desafío, porque lograr que las evidencias y las estadísticas sean genuinamente útiles y consideradas en la toma de decisiones, requiere un trabajo permanente de diálogo, identificación de necesidades y cooperación entre instituciones y equipos. Supone también estar dispuestos a asumir que hay diferencias entre las percepciones, las ideas y los datos que se levantan. Por eso, la centralidad de las evidencias para la toma de decisiones es un signo de madurez institucional.

La producción estadística también considera procesos de actualización constante de la oferta estadística, permitiendo redefinir, descontinuar o incorporar información para responder a las nuevas necesidades derivadas de los cambios de nuestro país.

Estos procesos de articulación, que conectan las demandas de información con la construcción de metodologías y el uso de datos para la formulación de políticas públicas, han sido una característica permanente a lo largo de las 21 ediciones de esta publicación. En ese sentido, hemos definido que en esta ocasión las estadísticas sobre cultura y educación superior deben pasar por un proceso de ajuste metodológico. Para ello, hemos convocado a una mesa con diversos actores que ya está sesionando, lo que nos permitirá una mayor precisión en el ejercicio del próximo año sobre el tema.

El Informe que ponemos a disposición de la ciudadanía entrega vasta información sobre el sector cultural, su relación con la institucionalidad y su recepción por parte de la sociedad. En un momento de crecimiento y consolidación institucional, resulta
especialmente importante disponer de estadísticas rigurosas y precisas, que nos entregan una base sólida sobre la cual seguir trabajando y mejorando. El sentido del ejercicio que hacemos año a año es ese: construir una herramienta útil para la sociedad, el campo cultural y la institucionalidad. 

Esperamos que los más de 300 cuadros que componen el informe, construidos en colaboración con más de 35 instituciones
informantes, cumplan con dicha función. 

Carolina Arredondo Marzán
Ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio

Ricardo Vicuña Poblete
Directora Nacional del Instituto Nacional de Estadísticas